Los embalajes se han ido renovando con el paso del tiempo, dando lugar a nuevos formatos y posibilidades para hacer más seguras y eficaces las mudanzas y traslados. En este sentido, hoy en día existe un material con unas características que lo hacen especialmente interesante: el FOAM. Se trata de un material cada vez más demandado por sus excelentes propiedades, así como por la versatilidad que ofrece. A continuación, aprenderás todo lo que necesitas saber sobre la espuma FOAM para aprovechar al máximo sus propiedades.
¿En qué consiste el FOAM?
La espuma FOAM, también conocida como espuma de célula cerrada, es un material muy utilizado en diversos campos por sus propiedades aislantes y su ligereza. Se trata de un tipo de espuma plástica fabricada con polietileno, que es un polímero termoplástico.
Lo que caracteriza a la espuma FOAM es su estructura celular, compuesta por millones de células o burbujas que se han fusionado. Estas diminutas células están completamente cerradas y rellenas de aire, lo que le confiere unas propiedades de aislamiento térmico y acústico muy eficaces. Además, al estar compuesta por un 98% de aire, la espuma FOAM tiene una densidad muy baja, lo que la hace mucho más ligera que otros materiales e ideal para múltiples aplicaciones.
Para entender mejor el concepto de célula cerrada, hay que referirse también a la espuma de célula abierta. La relación entre ambas es que la espuma de célula cerrada tiene una mayor resistencia al agua. Esto es lo que hace que el material sea mucho más resistente a los impactos a la vez que proporciona propiedades aislantes, principalmente a la humedad. De este modo, se convierte en una solución muy interesante para diversos tipos de envases.
Principales ventajas del FOAM
Cuando se buscan formas más eficientes de trasladar o enviar productos, el uso de cajas personalizadas a medida y espuma FOAM para proteger su interior es cada vez más habitual. Las principales ventajas de incorporar este tipo de espuma son las siguientes:
- Resistencia: Como se ha mencionado anteriormente, el FOAM proporciona una mayor resistencia que otros materiales similares, manteniendo su ligereza. Esto es crucial cuando se desea proteger las pertenencias y objetos que se guardarán en su interior.
- Versatilidad: La flexibilidad y fácil manipulación de este material le permite adaptarse a todo tipo de objetos, ya sea un jarrón de cristal o un pequeño electrodoméstico.
- Seguridad: El FOAM se caracteriza por inhibir el crecimiento de moho y bacterias, lo que lo convierte en un material antimicrobiano y no tóxico. Por lo tanto, además de proteger nuestras pertenencias de la humedad, no supone ningún riesgo para la salud de las personas.
- Protección: Debido a su resistencia, el FOAM es una buena alternativa para proteger objetos de todo tipo, incluso los más delicados, ya que es capaz de absorber impactos.
Los usos del FOAM en la actualidad
Los principales usos de la espuma FOAM en la industria son los que se indican a continuación:
- Take away: puede formar parte de diferentes tipos y tamaños de envases, desde platos hasta tapas de café.
- Construcción: se utiliza como aislante para paredes y revestimientos, así como bajo suelos laminados o parqué.
- Acolchado: se emplea como relleno acolchado en sillas y sofás, así como para chaquetas y abrigos.
- Suelas: su aislamiento y ligereza lo hacen muy útil para las suelas y en otros componentes del calzado.
- Pintura: hay pinturas que la utilizan como aditivo para mejorar la resistencia y protección contra la humedad.
En definitiva, la espuma FOAM es un material ligero y aislante que es especialmente útil en mudanzas debido a sus excelentes propiedades. Su baja densidad y resistencia al agua lo hacen ideal para proteger nuestros enseres de la humedad y de los impactos. Por este motivo, no olvides incluirlo a la hora de comprar las cajas es las que vayas a guardar tus pertenencias.
