Una bombilla de bajo consumo tiene una duración mayor y un consumo menor que una bombilla incandescente. Además las bombillas incandescentes dejaron de fabricarse en septiembre del 2012, por lo que es muy habitual que en casa la gran mayoría de nuestras bombillas sean de bajo consumo. A pesar de su durabilidad las bombillas de bajo consumo también se acaban fundiendo. Llegado ese momento lo habitual es llevarla a un punto de reciclaje, pero también podemos reciclarla de otra forma, sigue leyendo para saber cómo.
Una peculiaridad de las bombillas de bajo consumo es que algunas tienen una forma en espiral que resulta bastante atractiva, por ello pensé que podía hacer algo original con una que se me había fundido recientemente, por ejemplo, un pequeño florero.
Materiales
Para hacer nuestro florero con una bombilla de bajo consumo necesitaremos los siguientes materiales:
– Una bombilla de bajo consumo fundida. Mejor si tiene forma de espiral ya que resulta más decorativa.
– Un tarro de yogur. Necesitamos una base para nuestro florero-bombilla y descubrí que un tarro de yogur encajaba perfectamente.
– Cola de carpintero. ¿Qué haría yo sin ella? La cola nos servirá de imprimación a la hora de pintar.
– Pintura acrílica del color que queramos. La pintura acrílica es otro imprescindible para nuestras manualidades ya que es económica, fácil de conseguir y cuenta con una gran variedad de colores.
– Una brocha. Aunque también se puede utilizar un pincel de esponja. Con la brocha obtendremos un acabado más rústico ya que las pinceladas se notarán ligeramente aportando un poco de relieve, sin embargo , el pincel de esponja le dará un acabado más liso y uniforme.
– Adhesivo. Yo he utilizado una pistola de silicona pero se puede utilizar igualmente un adhesivo resistente y un bastoncillo para unir la bombilla con la base.
– Decoración externa. Conviene colocar algún material para disimular y hacer más bonita la unión entre la base (el tarro de yogur) y la bombilla, yo he elegido unas gomas en color plata pero se puede utilizar cualquier cosa que se nos ocurra: un trozo de tela atada, cinta de raso, cuerda, botones, etc…
– Decoración interna. Flores secas, de tela, de fieltro, de goma eva , de papel, ramitas, espigas….
Preparación
Los pasos son muy sencillos, en primer lugar mezcla un poco de cola de carpintero con la pintura acrílica que vayas a utilizar y remuévelo hasta que quede homogéneo. Seguidamente aplica un par de capas de esta mezcla a la bombilla y al tarro de yogur (esperando a que se seque la pintura entre capa y capa). De esta forma le habrás dado la imprimación necesaria para que la pintura se adhiera correctamente a los materiales (vidrio y plástico).
Una vez se hayan secado las dos capas de imprimación (normalmente tarda una hora o menos), aplica una capa de pintura acrílica (sin cola). Verás que ahora te queda un tono más subido.
Esperamos nuevamente a que se seque la pintura y unimos las dos partes de nuestro florero con el adhesivo, yo utilicé una silicona con purpurina pero se puede utilizar cualquier adhesivo fuerte que tengamos en casa. Si el florero va a estar en una zona donde haya corriente, os sugiero que antes de pegar las dos partes rellenéis el interior del tarro de yogur con algo que le aporte peso (arena por ejemplo).
Para decorar la unión entre el vaso de yogur y la bombilla he utilizado unas gomas metalizadas que ya tenía pero se podemos aprovechar cualquier otra cosa que tengamos en casa: cuerda, cinta, retales de tela, botones….
Por último sólo tenemos que añadirle unas flores para darle vida a este original jarrón que hemos creado reciclando una bombilla de bajo consumo, y que ahora es un complemento decorativo más que podemos colocar en cualquier rincón de nuestra casa.
¿Qué os ha parecido el resultado final? ¿Se os había ocurrido alguna vez aprovechar una bombilla fundida? Como veis solo hace falta un poco de creatividad para darle una segunda vida a objetos cotidianos que solemos tener por casa ¿te animas a hacer tu propio jarrón-bombilla?
que original…..¡me ha encantado!
saludos